Edén
Es extraño estar a tu lado, pareces estar pero pronto desapareces
La esencia de ninfa confunde sentidos al querer pensar en la realidad
Dejando atrás la sensación de descifrar la verdad atrapada en ti
Puedo llegar a la solución de tu incesante curiosidad
Hace mucho que no te escribo a ti, tú que me impactaste hace tan poco tiempo con tu carisma, sencillés y apertura a lo desconocido. ¿Dónde has estado? Quizás ya fuiste desterrada de poder estar a mi lado y ahora tan sólo me lamento al recapacitar en lo perdido y en lo no explorado.
Extraño mirar en tus ojos y ver un pedazo de tu alma en búsqueda de aventura, pero a tiempo decidí mirar de lejos y haces caso omiso a lo que estaba frente a mi. Tus ojos que son la puerta al océano, el reflejo del universo. Buscarte por toda esa inmensidad me cansó. No podía ser tan fácil teniendo a tan impactante ser esperando a ser cortejado, pero existía un espacio dentro de esa inmensidad, sin preocupaciones, sin adversidades, sin molestia del exterior.
Estar contigo era el simple paraíso. Un paraíso palpitante a una realidad negada de la verdad. Tornada en Eva, convertías los segundos en eternidades, tentabas mi juicio al tener que poner en duda si esperar o hacerle caso a tu sendo baile hipnótico.
El paraíso existía en ti, al mirarte. Existió en mi, al pensarte.
Triste fue tenerte frente a frente y darme cuenta que al buscar por todo el universo sólo me encontraba yo dentro de tus ojos, siendo un simple reflejo; una realidad que quisimos evitar.