La realidad imperfecta

Versos, inspiraciones, historias y desastres naturales.

Month: March, 2014

Vale verga

Debo dejar de esperar que la gente haga lo que debe, que se comporte como supuestamente tendría que hacerlo. ¿Por que alguien no puede guardar una promesa por más de 2 semanas? ¿Por que crear falsas esperanzas si nunca hubo intención de realmente hacerlo?

No, no es una historia de amor fallida, se trata de un insulto a mi inteligencia, a mi razonamiento y sentido común. Vaya, debo dejar de confiar en cierto tipo de personas, no deja nada bueno, pero al final del día no es su culpa, busco madurez donde aún hay dimes y diretes. No debo permitirme de nuevo cometer un error de soñar con esas ilusiones vueltas realidad.

Me he sentido solo, pero con la creencia de que pronto dejaría de estarlo.

Me he sentido enojado, pensando que pronto sería feliz.

Me he sentido desilusionado, pero parece que nunca dejé de pensar en no estarlo.

El enojo sólo me dará fuerza, la soledad sabiduría y la desilusión hará que tenga ganas de decir algo pero quitando la fuerza para emitir el ruido.

Espero pronto recobrar la fé en quien poco a poco se fue distanciando para que no pudiera afectar, pero yo sólo me enajenaba más con el ideal de lo que pensaba era.

Invisible

A veces hay días en los que quisiera desaparecer y ver cómo reaccionan las personas que dicen ser mis amigas ante eso. 

Tan sólo basta un comentario, una acción o inclusive una mirada para saber que estoy siendo ignorado. Pero lo peor es cuando me lo hacen de tantas formas que siento que no tengo importancia alguna en sus vidas si no estuviera. Es como ser invisible en su presencia. No importa mi opinión, no importa lo que diga, no hago un cambio.

Mi garganta no emite sonidos a oídos sordos negados de un cambio.

Poca gente me ha demostrado un interés por mi, pero de igual forma siento que es porque hay algo en mí que ellos pueden aprovechar, mi capacidad de tocar, mi capacidad de grabar o simplemente ser alguien que escucha atentamente cuando más bien no quiere decir nada. Hace mucho que no tengo una amistad desinteresada por el simple hecho de pasar el rato con alguien, sin necesidad de hablar de amores, sin necesidad de hablar de la escuela, del trabajo, de la vida. Hacer un paseo y sólo discutir sobre alguna serie tonta de televisión, mientras se come helado o se fuma un cigarro.

Seguramente todo está sumándose con el hecho de que me han defraudado tantas veces (amigos, enemigos, novias, ex’es y familia) que no tengo fe alguna en si quiera intentarlo. Y aún más seguro el hecho de sentirme tan sólo en un mundo donde nadie da una mano a alguien que a gritos exige ayuda. 

Quizás sólo he tenido malos días, pero hace mucho que no escribo música nueva. Tiene mucho tiempo en mi mente una sensación donde me bloqueo completamente con la premisa de que no podré hacer algo relevante para nadie, inclusive para mi. Me da miedo agarrar mi guitarra y darme cuenta que soy un mal músico, un mal compositor (cosa que estos últimos días he tratado de alejar de mi cabeza). ¿Cómo competir en un mundo donde hay gente que nace siendo magnífica y yo no siento tener ni una pizca de eso?

Quiero huir, muy muy lejos. Quiero gritar y que mi voz se combine con el paisaje. Quiero correr y perderme, que nadie me diga que es peligroso, que no voy a poder. Quiero perder mis propios complejos de que no puedo, de que no debo, sólo corrompen mi mente, pero necesito algo más grande que yo para poderlo destruir.

Debería irme y que no me importara ni una pizca si a alguien le interesa que ya no estoy. 

Y lo aún más triste, nadie mas que yo leerá esto. 

Tan sólo un sueño más

Sueño con tu boca, con tu piel y con tu sabor. Me cazas en lo más profundo de mi subconsciente y no puedo escapar de lo que quiero decirte. Me vuelves inútil, me quitas toda relevancia y es difícil huir de una verdad que grito a cada segundo que te miro.

Sueño con la libertad, con la vida y con el futuro. Formas parte de un ideal, un sueño tan salvaje, animal y visceral que es tan poco probable que suceda, pero a la vez es tan coherente que ocurra. Es un deseo primitivo volverte realidad, volverte parte de un mundo tan lleno de ti pero en el que aún no estás. Desearía que no hubiese impedimento para concretar la desdicha de mi locura y que lo que detiene no fuera yo mismo.

Contaminaste todos mis sentidos, te infiltraste en mi cerebro e intoxicaste mis deseos, ímpetu y voluntad. Sueño cada día contigo, cada noche se vuelve más denso el sueño, mi subconsciente te exige pero no puedo ofrecerte a él aún. Sueño tras sueño busco un objetivo en común: decirte lo que siento por ti, ser sincero y saber por fin si estas destinada a cruzar camino conmigo más allá o tan sólo somos pasantes por un instante de nuestras vidas. 

Me carcome la idea de que puede ser ambas o una se puede convertir en la otra en cualquier momento. No puedo más con esta conciencia fría que te piensa en cada momento que no estás y te sueña cada vez que te tengo frente a mi. Deja de embrujar mis deseos y de perseguir la revelación de una verdad oculta que se desmorona cada segundo, que se vuelve arena y el viento sopla a tu favor. 

Una noche sin despertar

Con tantas ganas de decirte que no te marches, sin esperanza alguna de que cambies tu decisión. Parece surreal el tiempo que ha pasado desde que te encontré (curiosamente, de pié esperando), aún más curiosas todas las aventuras que hemos pasado juntos en el pequeño viaje que compartimos, pero todo llega a un fin, un fin palpitando cada vez más rápido que busca detenerse hasta morir.

Es muy chistoso cómo todo fue gestando, desde ser desconocidos a quererte tanto como pocas veces se ha querido. Todo tan rápido, todo tan lento a la vez. Lento pero fugaz. ¿Tiene sentido? Donde la razón se torna borrosa, ahí estábamos compartiendo un helado. En el lugar donde menos pretendíamos compartir, ahí mismo te descubrí con tu mirada de curiosidad contemplando lo desconocido, abrazando nuevas texturas, tratando de comprender mundos y posibilidades infinitas, algo tan tú.

No me infortuna tu partir, creo tu sinceridad es tan cierta y lo dices para no lastimar(me). Ciertamente creo demasiado en ti que al inicio no sonaba real, pero al hacer un análisis más real de lo pasado, tiene todo el sentido del mundo que tus razones sean esas y no otra sarta de excusas que bien pudieras haber inventado o simplemente, marcharte sin dar alguna explicación terminando de tajo esto. No será lo mismo ver hacia un lado y no verte danzar al ritmo de mi mente, tampoco será lo mismo componer sin tenerte en mente.

No te estás marchando aún y ya te extraño, ya extraño el hablarte, el escribirte, el verte, el olerte, el tocarte, pero sobre todo: imaginarte sonriendo con alguna idea pintoresca que tenga miedo de sacar y con una simple risa, me das la confianza de seguir adelante. Extraño que eso ya no estará para mi tan cerca como aún parece estarlo. Parece a veces que busco demasiado tu aprobación, quizás tenía años que no me sentía al ojo del huracán esperando que alguien reaccionara a lo que mi mente proyectaba.

Lamento mucho la presión, lamento mucho querer ser algo que aún nadie estamos listos de ser. No me quiero echar la culpa de algo que no es razón por fuera, pero creo tuve que ver. Odio exigir tanto de la gente cuando apenas y yo puedo dar lo que pido. Jamás fue mi intención asustarte y mucho menos hacerte creer que no exigía menos que la excelencia (yo no puedo dar ni 2/4 de eso!).

No te has ido y ya no respondes, has desaparecido y aún espero tu partir. Tan sólo quiero un momento más para despertar y dejar de soñar con tu angelical pureza de una ilusión que he convenido en alimentar.

Tan sólo un día más.

He encontrado mi pasado, he buscado huirle al recuerdo

A veces tan solo pretender que no ha ocurrido.

Rostros pasan, caras olvido, pero jamás termina el camino

Me gustaría un poco de tiempo para recapacitar mi olvido.

Pareciera que ha pasado tan poco desde que partimos, 

siento que no llegué a conocer mas que a dos o tres individuos, 

pero ciertamente eran parte de un contexto del que me gustaría volver a ser.

 

¿Dónde estás ahora ebriedad de juventud?

¿Que pasó con mi amiga desinteresada por mi pasión, a la que aparté por alguien que lo hacía mejor?

¿En qué momento pasé de ser un pobre niño con cuerdas en las manos a querer ser un profesional atado a un micrófono?

 

Extraño ser un individuo sin preocupaciones, extraño estar rodeado de gente que complemente mi locura. 

Extraño tener diecisiete años y que pueda darle vuelta a la página sin miedo de lo que pueda seguir redactado.

 

A veces tan sólo quisiera un día más así, un regreso, un deja vu a ese momento tan precioso y que ahora atesoro los recuerdos. Si tan sólo hubiera sabido en ese momento que debí haber disfrutado más, abrazado más, besado más … las cosas serían diferentes. Si tan sólo fuera tan poco imposible volver a ese momento, no desearía cada vez un despojo de tiempo que me llevó a este embrollo.