La realidad imperfecta

Versos, inspiraciones, historias y desastres naturales.

Hay tantas cosas en mi cabeza ahorita mismo que no sé ni por donde empezar.

Me estoy hartando de cosas que no puedo controlar. Como la voluntad de la gente. Me harta que afecte directamente algo que me encanta, mi música, porque para bien y para MUCHO mal, soy dependiente de un grupo de personas sin las cuales no puedo hacer realidad ese material. Me harta que no hablen, que no hablemos. Que nos veamos una vez a la semana (o una vez cada dos meses en algunos casos) y no hablemos de nada. ¿Qué música escuchan?¿Están felices?¿Ya acabaron su semestre? Es desconcertante querer tener un plan a futuro donde contemplas a alguien y resulte que ese alguien es tan desconocido como un individuo en la calle.

Así me siento, necesito comunicación y nadie parece entender. 

Llevo semanas tratando de salir con alguien a comer, necesito hablar en persona con alguien, alguien que me escuche hablar, que me ponga el hombro para llorar. ¿Dentro de mi desdén de poco tiempo, hice que la gente se volviera así conmigo? Parece como si nadie tuviese tiempo para hablar, para pasear. Quiero poder llorar con alguien, tengo tantas ganas de poder compartir mi dolor con alguien porque de quedármelo dentro, me volveré loco.

Sufrí la pérdida de alguien muy importante para mi vida hace 3 semanas y pese a que aún no lo puedo superar, me vuelve ínfimamente loco que nadie entienda, que todos pretendan que debo comportarme igual a todos los días, como si nada hubiera pasado. No espero que entiendan mi dolor, espero que acepten que no puedo ser el mismo y comprendan que necesito sufrir para después renacer de las cenizas. 

Pero todo se resuelve a la idea general de esto, no hay comunicación buena con nadie. Unos saben más, otros no, pero ¿alguien realmente habrá pensado en que solo debería dejarme estar ahí con él/ella y simplemente dejarme ser y perderme? Me entristece saber que nadie me preguntó como me sentía, quizás ya no tengo una persona en mi vida que se interese así por mi. Pero aprenderé a vivir así, de alguna u otra manera. 

No puedo superar tan pronto la muerte de Rogelio. Aunque tenía sus defectos (como todo humano) lo extraño tanto. Pienso que en cualquier momento él me llamará por teléfono para discutirme algo reciente con Belinda o que me escribirá por Facebook que vaya al estudio para mezclar algo. Por alguna razón no lo puedo recordar enfermo, algo me bloquea esa memoria, ni tampoco recuerdo su cuerpo en el funeral (si, me despedí acercándome al féretro). No sé si esté volviéndome loco poco a poco, pero por momentos, sólo por pequeños momentos siento como si no hubiera pasado nada, pero recuerdo la realidad y siento ese vacío en el pecho por todas las veces que mentí para no ir al estudio, las veces que me fuí temprano porque ya me había aburrido. Me arrepiento de todas y cada una de esas veces. Me arrepiento de no haber sido el amigo que él necesitaba, me arrepiento de haber fumado con él sabiendo de sus problemas de corazón y pulmones, me arrepiento de no haber seguido sus consejos porque me parecía muy arrogante (bueno, eso sí lo fue). Pero sobre todo lamento y me arde tanto en el pecho que mi última conversación con él fue sobre negocios y no sobre él. Jamás podré perdonarme por no preguntar esa última vez si se sentía bien, si había podido tocar guitarra, si necesitaba algo. Siento horrible al pensar en él, no está para callarme y decirme que estoy exagerando. Es muy feo lo que siento y ni siquiera soy familia suya o amigo hiper cercano. Está horrible todo.

Sólo quisiera alguien a quien decirle todo esto en vivo, no por computadora, no por whatsapp. Me estoy volviendo LOCO. 

Volver

Me gustaría volver a un día donde pueda explicarte en lo que nos convertiremos. En lo que nuestra vida se transformará y que ruego me disculpes por todo el daño que te causaré y que logres entender que me tienes que hacer mucho daño también a mi para que podamos seguir viviendo. Quisiera encontrarte en alguna tarde cuando compartíamos un proyecto, alguna de esas tardes lluviosas que terminaron en apasionados momentos entre los dos; así verte a los ojos y decirte sin temor que si quisieras saber en dónde estaremos en 3 años, quisiera escuchar tu voz decirme estoy loco, que estaré loco y que jamás nos separaremos.

¿Pensarías realmente que estoy loco?

Me gustaría regresar a ese día donde te armaste de todo el valor que yo no tuve por años y me besaste. Te habría dicho que en serio te amaba, aunque ya no recuerdo si lo hice o tan sólo fue parte de mi ilusión. Quizás te hubiera abrazado más, sabiendo que nos marcharíamos sin voltear atrás. Quizás te dijera que ese momento realmente se convertiría en la fuente de felicidad más grande en años, que tantos recuerdos contigo me servirían para recordar en situaciones obscuras lo bonito que se siente estar vivo, estar contigo.

Ya no soporto estar sin ti. ¿Cómo haré para encontrarte si borré tus números, eliminé tus correos y desaparecí tus fotos? No me queda más que recordarte con lo que queda en mi memoria de quien fuiste. ¿Como serás ahora? ¿Tendrás el cabello rosa y seguirás usando los converse negros que tanto te gustaban o ahora eres una chica punk en contra de todo? La única pregunta es si actualmente mi vida encaja en tu mundo y si tu mundo encaja en mi vida.

Tan sólo bastaría volver a esos últimos días y prevenir nuestra gran pelea. Prevenir mis celos, prevenir tu desconfianza, prevenir esa maldita manera de ser hipócritas con el otro. Tu no podías amarme y yo sólo me aferré, debí dejarte irte cuando quisiste y no esperar a que cambiaras de opinión jamás. Quizás yo no miré atrás por un largo tiempo y caminé en línea recta porque estaba enojado contigo, con tu dudar sobre mi; pero también me odié a mi por permitirme seguirte el juego, por picar esa herida que bien sabía lo que podría causar. Nada justifica que ya no existamos para el otro, pero tan sólo me gustaría volver a algún día en nuestro pasado y advertirnos que terminaríamos siendo unos completos desconocidos en la calle, que se conocían tan bien que nadie jamás podría decirles algo que no supieran del otro.

Este mundo aún tan lleno de ti me perturba. Si vas a desaparecer hazlo, si no aparece y reivindiquemos el camino, que ya estoy cansado que aparezcas en mis sueños a insinuarme que deberíamos volver a hablar. Me cuesta tanto dejarte ir, a tanto tiempo de que seguimos nuestro camino, pero hay algo en esta historia que aún no cuadra para resolver en el final.

Textos Viejos

“Después de mirarte por horas, logro memorizar tus ojos reflejantes. Pasó el tiempo y jamás me di cuenta de la impotencia que me generaría no tenerte cerca. pienso en tus manos, acariciando mi sombra cada que no estoy ahí. La curiosidad de las pocas veces que te he tenido frente a mi hace cada vez más increíble el milagro de la vida hecha tú.”

2012

“Etérea es tu risa que se refleja en mi pensar cada segundo de la eternidad. Seco es el tiempo cuando estoy contigo, breves momentos en el lapso de la realidad. Tersa, dulce, mágica es tu piel al recargarme en ti y al contemplarte, brillante. Sin ironía te busco y te insinúo las ganas de compartir un suspiro y un desgarre de tus labios rojos que forman marcas en mi memoria.”

2012

A veces pienso en ti

A veces pienso en mi más de lo que debería, Jane. Cada madrugada a las 3:45, cuando no hay un alma más en la calle, cuando el ruido más mínimo parece tener más amplitud que una bocina de autobús, en ese momento pienso en ti.

¿Te acuerdas cuando existías? ¿Cuándo no eras una voz lejana en mi cabeza? Vaya días! Hoy me encuentro perdiendo la cabeza por un amor a destiempo y me he dado cuenta que de cierta forma es por ti. Tu me enseñaste a perseguirte y eh estado persiguiendo amores que no tienen futuro. Dentro de todo, en nuestro mal tiempo para enamorarnos mutuamente, existió esa cultura de esperar y prevalecer en amor pese al tiempo. Tremendos años clavado en ti y parece que de cierta forma aún lo estoy. En fin.

Quisiera que por primera vez en unos cuantos muchos meses, pudiera conocer a una mujer con la cual no tenga miedo y quiera impresionar para evitar que se marche pronto. Quiero alguien como tú en mi vida. Tanto fuiste para mi que te busco en otras personas, vaya noticia. Creo que he perdido completamente el seso y no logró separarme de lo que fuiste y quien fuiste, maldita seas, Jane.

Quiero dejar de pensar en ti cuando estoy triste, cuando estoy sólo, también cuando estoy feliz, enfiestado y con mis amigos. Desaparece de mi mente de la misma forma en la que desapareciste de mi vida.

Poco a poco te veo menos al cerrar los ojos, Jane. Tengo miedo de un día cerrarlos y jamás volverte a ver.

Paso con paso

¡Hoy me acordé de ti!

Hoy caminando por las calles mientras el ocaso se apoderaba del firmamento apareciste en mi mente de nuevo, recordé lo mucho que te amé, lo mucho que te quise y lo mucho que te detesto.

Te me habías olvidado.

Te evoqué desnuda, como tantas veces te contemple frente a mi. Recapitulé cada lunar en tu espalda, cada historia que merece ser contada, cada día que pasamos juntos y cada día que llovió tristeza por tu culpa. Añoré segundo a segundo durante un tiempo a estar junto a ti, pero tremendo golpe me di contra la pared al realizar que no estaba avanzando mas que solo caminaba en paralelo. 

Imaginé que te veía de nuevo, cada calle nueva que cruzaba contenía la incógnita de encontrarte y las posibilidades que tendría para responderte. Fantasee un poco con nuestra plática, al parecer te volvías una broma de quien solías ser (pero bueno, eso no es nada sorpresa desde hace un par de años) y eras una fanfarronería andante. Pero en contraste, me seguías encantando. Nuestra química corporal seguía intacta, justo como la dejamos, con ganas de encontrarnos de nuevo.

Siempre me encantó tu cuerpo, de la cabeza a los pies eras la representación de lo que quería. Tu cabello lacio pero a veces ondulado, tus ojos grandes en tiempos tímidos, tus labios jugosos pero delgados, tus senos juguetones, tu cadera hecha a la perfección para poner mis dedos y dejarte marcados los pulgares, tus nalgas paraditas que me dieron la bienvenida tantas veces, tus piernas largas que me duraban horas cuando te comía. Me encantaba el cómo cambiaba tu anatomía cuando te desnudabas para mi, la forma en la que cambiaba cuando te colocaba para penetrarte, la apariencia cuando te cogía contra la pared o sobre tu cama o tu sobre mi; me encantaba cogerte.

Aludí en mi ilusión a que me enamoré de ti por cogerte tanto. Vaya que me quitaba el estrés acostarme contigo, perdernos horas y horas en un universo paralelo donde nos descubríamos día a día. Descubrí de tanto tener sexo contigo que me encantabas, que eras lo más cercano a un alma gemela que pudiera tener en un buen rato, cuando sólo eras mi compañera sexual fui descubriéndote hacia adentro más de lo que me hubiera gustado, tanto que descubrí, tanto que conocí, que te dio miedo y decidiste ser otra persona.

Decidiste ser una mujer que buscó destruirme desde raíz y dejándome no razón alguna mas que jamás volverte a poner un dedo encima, nunca pensar en seducirte de nuevo como sucedió con otras mujeres. Me mostraste el infierno y acepté vivir en él para entenderme a mi mismo y darme cuenta que de no ser que pasábamos horas y horas fornicando, jamás me hubiese enamorado de ti, ni hubiera previsto en la aberración de ti que te convertirías.

Tu cuerpo es apenas una ruina de lo que eras, entre tantos hombres que has buscado para que llenen un vacío que (aunque niegues) dejé en ti. Ahora estás rota, ahora no tienes donde esconderte, porque es más fácil para ti desnudarte que dejarle ver a alguien quien realmente eres. 

Pero no todo es desprecio y odio hacia ti. 

Aún así te amé, sin importar cómo fue, lo hice sin medir, entregándome como me fue imposible cuando tuve tu edad. Creo ese amor hecho ceniza y llevado a volar por el viento me impidió destruirte tantas veces. Con tanto que sabía de ti, tenía, poseía, eras más que un blanco fácil para quien quisiera verte caer. Pero me detuve. 

Me mostraste el infierno y me hiciste ver quien verdaderamente fui yo. 

Mientras ardía, mientras una parte de mi se quemaba para siempre y se carbonizaba, se formó poco a poco un sentimiento de ser más de lo que había logrado hasta ese momento gracias a ti. Es por ti por quien busco ser el mejor, hacer lo óptimo de mi vida ¿Por qué? Porque rompiste tanto mi alma que me diste la herramienta de poderla reconstruir yo mismo sin ayuda de nadie, sin ayuda de alguien similar a ti. Sin que supieras me fortaleciste y jamás me hubiera imaginado la bienaventuranza que eso traería.

Me volviste tu peor enemigo, pero a la vez jamás te haría daño, jamás siquiera te dirigiría la palabra. Al recordarte, no pensaba en ti como la arpía en la que mutaste, no. Pensaba en ese fragmento congelado en mi memoria, resguardado en lo más profundo de las prisiones de mis recuerdos. La imagen de una niña que le teme a lo que yo pueda pensar de ella, la niña que tiembla cuando la tocan, la niña que se sonroja al leer un texto del chico que le gusta. La chica que jamás volverás a ser.

Me acordé de ti hoy, pero jamás te hubiera encontrado en la calle. Tu ya no existes, tan sólo me hubiera encontrado con quien ahora dice ser una versión mejorada de ti. No me dirigirías la palabra, ni yo a ti. Pasaríamos de lado como los extraños que somos. 

A veces, el ocaso me trae a la memoria esos días que ahora parecen tan lejanos, podría extrañarlos. Mejor los resguardo.

 

Vale verga

Debo dejar de esperar que la gente haga lo que debe, que se comporte como supuestamente tendría que hacerlo. ¿Por que alguien no puede guardar una promesa por más de 2 semanas? ¿Por que crear falsas esperanzas si nunca hubo intención de realmente hacerlo?

No, no es una historia de amor fallida, se trata de un insulto a mi inteligencia, a mi razonamiento y sentido común. Vaya, debo dejar de confiar en cierto tipo de personas, no deja nada bueno, pero al final del día no es su culpa, busco madurez donde aún hay dimes y diretes. No debo permitirme de nuevo cometer un error de soñar con esas ilusiones vueltas realidad.

Me he sentido solo, pero con la creencia de que pronto dejaría de estarlo.

Me he sentido enojado, pensando que pronto sería feliz.

Me he sentido desilusionado, pero parece que nunca dejé de pensar en no estarlo.

El enojo sólo me dará fuerza, la soledad sabiduría y la desilusión hará que tenga ganas de decir algo pero quitando la fuerza para emitir el ruido.

Espero pronto recobrar la fé en quien poco a poco se fue distanciando para que no pudiera afectar, pero yo sólo me enajenaba más con el ideal de lo que pensaba era.

Invisible

A veces hay días en los que quisiera desaparecer y ver cómo reaccionan las personas que dicen ser mis amigas ante eso. 

Tan sólo basta un comentario, una acción o inclusive una mirada para saber que estoy siendo ignorado. Pero lo peor es cuando me lo hacen de tantas formas que siento que no tengo importancia alguna en sus vidas si no estuviera. Es como ser invisible en su presencia. No importa mi opinión, no importa lo que diga, no hago un cambio.

Mi garganta no emite sonidos a oídos sordos negados de un cambio.

Poca gente me ha demostrado un interés por mi, pero de igual forma siento que es porque hay algo en mí que ellos pueden aprovechar, mi capacidad de tocar, mi capacidad de grabar o simplemente ser alguien que escucha atentamente cuando más bien no quiere decir nada. Hace mucho que no tengo una amistad desinteresada por el simple hecho de pasar el rato con alguien, sin necesidad de hablar de amores, sin necesidad de hablar de la escuela, del trabajo, de la vida. Hacer un paseo y sólo discutir sobre alguna serie tonta de televisión, mientras se come helado o se fuma un cigarro.

Seguramente todo está sumándose con el hecho de que me han defraudado tantas veces (amigos, enemigos, novias, ex’es y familia) que no tengo fe alguna en si quiera intentarlo. Y aún más seguro el hecho de sentirme tan sólo en un mundo donde nadie da una mano a alguien que a gritos exige ayuda. 

Quizás sólo he tenido malos días, pero hace mucho que no escribo música nueva. Tiene mucho tiempo en mi mente una sensación donde me bloqueo completamente con la premisa de que no podré hacer algo relevante para nadie, inclusive para mi. Me da miedo agarrar mi guitarra y darme cuenta que soy un mal músico, un mal compositor (cosa que estos últimos días he tratado de alejar de mi cabeza). ¿Cómo competir en un mundo donde hay gente que nace siendo magnífica y yo no siento tener ni una pizca de eso?

Quiero huir, muy muy lejos. Quiero gritar y que mi voz se combine con el paisaje. Quiero correr y perderme, que nadie me diga que es peligroso, que no voy a poder. Quiero perder mis propios complejos de que no puedo, de que no debo, sólo corrompen mi mente, pero necesito algo más grande que yo para poderlo destruir.

Debería irme y que no me importara ni una pizca si a alguien le interesa que ya no estoy. 

Y lo aún más triste, nadie mas que yo leerá esto. 

Tan sólo un sueño más

Sueño con tu boca, con tu piel y con tu sabor. Me cazas en lo más profundo de mi subconsciente y no puedo escapar de lo que quiero decirte. Me vuelves inútil, me quitas toda relevancia y es difícil huir de una verdad que grito a cada segundo que te miro.

Sueño con la libertad, con la vida y con el futuro. Formas parte de un ideal, un sueño tan salvaje, animal y visceral que es tan poco probable que suceda, pero a la vez es tan coherente que ocurra. Es un deseo primitivo volverte realidad, volverte parte de un mundo tan lleno de ti pero en el que aún no estás. Desearía que no hubiese impedimento para concretar la desdicha de mi locura y que lo que detiene no fuera yo mismo.

Contaminaste todos mis sentidos, te infiltraste en mi cerebro e intoxicaste mis deseos, ímpetu y voluntad. Sueño cada día contigo, cada noche se vuelve más denso el sueño, mi subconsciente te exige pero no puedo ofrecerte a él aún. Sueño tras sueño busco un objetivo en común: decirte lo que siento por ti, ser sincero y saber por fin si estas destinada a cruzar camino conmigo más allá o tan sólo somos pasantes por un instante de nuestras vidas. 

Me carcome la idea de que puede ser ambas o una se puede convertir en la otra en cualquier momento. No puedo más con esta conciencia fría que te piensa en cada momento que no estás y te sueña cada vez que te tengo frente a mi. Deja de embrujar mis deseos y de perseguir la revelación de una verdad oculta que se desmorona cada segundo, que se vuelve arena y el viento sopla a tu favor. 

Una noche sin despertar

Con tantas ganas de decirte que no te marches, sin esperanza alguna de que cambies tu decisión. Parece surreal el tiempo que ha pasado desde que te encontré (curiosamente, de pié esperando), aún más curiosas todas las aventuras que hemos pasado juntos en el pequeño viaje que compartimos, pero todo llega a un fin, un fin palpitando cada vez más rápido que busca detenerse hasta morir.

Es muy chistoso cómo todo fue gestando, desde ser desconocidos a quererte tanto como pocas veces se ha querido. Todo tan rápido, todo tan lento a la vez. Lento pero fugaz. ¿Tiene sentido? Donde la razón se torna borrosa, ahí estábamos compartiendo un helado. En el lugar donde menos pretendíamos compartir, ahí mismo te descubrí con tu mirada de curiosidad contemplando lo desconocido, abrazando nuevas texturas, tratando de comprender mundos y posibilidades infinitas, algo tan tú.

No me infortuna tu partir, creo tu sinceridad es tan cierta y lo dices para no lastimar(me). Ciertamente creo demasiado en ti que al inicio no sonaba real, pero al hacer un análisis más real de lo pasado, tiene todo el sentido del mundo que tus razones sean esas y no otra sarta de excusas que bien pudieras haber inventado o simplemente, marcharte sin dar alguna explicación terminando de tajo esto. No será lo mismo ver hacia un lado y no verte danzar al ritmo de mi mente, tampoco será lo mismo componer sin tenerte en mente.

No te estás marchando aún y ya te extraño, ya extraño el hablarte, el escribirte, el verte, el olerte, el tocarte, pero sobre todo: imaginarte sonriendo con alguna idea pintoresca que tenga miedo de sacar y con una simple risa, me das la confianza de seguir adelante. Extraño que eso ya no estará para mi tan cerca como aún parece estarlo. Parece a veces que busco demasiado tu aprobación, quizás tenía años que no me sentía al ojo del huracán esperando que alguien reaccionara a lo que mi mente proyectaba.

Lamento mucho la presión, lamento mucho querer ser algo que aún nadie estamos listos de ser. No me quiero echar la culpa de algo que no es razón por fuera, pero creo tuve que ver. Odio exigir tanto de la gente cuando apenas y yo puedo dar lo que pido. Jamás fue mi intención asustarte y mucho menos hacerte creer que no exigía menos que la excelencia (yo no puedo dar ni 2/4 de eso!).

No te has ido y ya no respondes, has desaparecido y aún espero tu partir. Tan sólo quiero un momento más para despertar y dejar de soñar con tu angelical pureza de una ilusión que he convenido en alimentar.

Tan sólo un día más.

He encontrado mi pasado, he buscado huirle al recuerdo

A veces tan solo pretender que no ha ocurrido.

Rostros pasan, caras olvido, pero jamás termina el camino

Me gustaría un poco de tiempo para recapacitar mi olvido.

Pareciera que ha pasado tan poco desde que partimos, 

siento que no llegué a conocer mas que a dos o tres individuos, 

pero ciertamente eran parte de un contexto del que me gustaría volver a ser.

 

¿Dónde estás ahora ebriedad de juventud?

¿Que pasó con mi amiga desinteresada por mi pasión, a la que aparté por alguien que lo hacía mejor?

¿En qué momento pasé de ser un pobre niño con cuerdas en las manos a querer ser un profesional atado a un micrófono?

 

Extraño ser un individuo sin preocupaciones, extraño estar rodeado de gente que complemente mi locura. 

Extraño tener diecisiete años y que pueda darle vuelta a la página sin miedo de lo que pueda seguir redactado.

 

A veces tan sólo quisiera un día más así, un regreso, un deja vu a ese momento tan precioso y que ahora atesoro los recuerdos. Si tan sólo hubiera sabido en ese momento que debí haber disfrutado más, abrazado más, besado más … las cosas serían diferentes. Si tan sólo fuera tan poco imposible volver a ese momento, no desearía cada vez un despojo de tiempo que me llevó a este embrollo.